La gramática pedagógica en ELE
Un tema que preocupa a muchos profesores cuando se enfrentan ante un grupo de estudiantes extranjeros es ¿cómo explico la gramática? En esta situación, los profesores no nativos tienen ventaja sobre los nativos, pues como dice el refrán: “han sido cocineros antes que frailes”, es decir, han tenido que aprender el idioma como segunda lengua y ya conocen el proceso y los escollos a los que se van a enfrentar sus alumnos. En cambio, los profesores nativos tienen el conocimiento implícito de la lengua, los conocimientos de los fenómenos gramaticales aprendidos en su educación escolar, pero les falta la manera de transmitirlos. De ahí la necesidad de formación “técnica” para ejercer la profesión.
Pit Corder (1918-1990) fue profesor del British Council en países como Austria, Turquía, Jamaica y Colombia, y director del Departamento de Lingüística Aplicada de la Universidad de Edimburgo. Es conocido especialmente por sus estudios sobre “análisis de errores” y creador, junto a Selinger del concepto de interlengua.
En su obra de 1988 hizo una clasificación de gramáticas pedagógicas en función de las teorías lingüísticas que reflejan, la audiencia a la que se dirige y el objetivo que persiguen. Así, habla de gramáticas pedagógicas escritas por lingüistas para otros lingüistas, o para estudiantes de lingüística. Y gramáticas de lingüistas dirigidas a nativos cultos, a profesores de lengua materna, a profesores de lengua extranjera, etc. Más adelante, Odlin, en su Pedagogical Grammar de 1994 dice que solo debemos llamar gramática pedagógica a “el tipo de análisis e instrucción gramatical diseñado para las necesidades de los estudiantes de lenguas segundas”.
Efectivamente, una gramática pedagógica para nosotros (profesores de L2) debería proporcionar descripciones explícitas de las estructuras gramaticales de una lengua y su uso expresadas de manera sencilla y clara. ¿Pero cómo se hace eso? Desde Dionisio de Tracia disponemos de descripciones lingüísticas con objeto de entender y enseñar el mecanismo de las lenguas, pero ¿cuál es la más adecuada para los profesores y los estudiantes de L2?
Podemos considerar tres grandes concepciones gramaticales. A) la gramática como prescripción, B) la gramática como descripción y C) la gramática considerada como un sistema lógico interiorizado. Tanto la gramática normativa como la descriptiva interesan a los profesores de lenguas por diferentes razones. La primera porque las prescripciones son necesarias para mantener la cohesión de la lengua y la posibilidad de comunicarse con los hablantes de regiones muy diferentes.
Por su parte, las gramáticas descriptivas pretenden ser una radiografía detallada de la realidad de una lengua, generalmente son muy ambiciosas y se centran en aspectos que a los prescriptivistas no le interesan, como puede ser la recogida de fenómenos lingüísticos propios de una región determinada. En español, esta corriente está representada por la Gramática Descriptiva de la Lengua Española dirigida por Ignacio Bosque y Violeta Demonte. Se presenta como “la gramática más detallada que se haya escrito nunca sobre nuestra lengua, así como una de las más exhaustivas que se hayan publicado para cualquier idioma”.
Para los profesores de ELE es importante conocer las normas dictadas por la gramática prescriptiva y por supuesto, cuanto más profundamente conozcamos nuestra lengua, mejor ayudaremos a nuestros alumnos. Pero la experiencia nos dice que muchas veces ni una ni otra nos dan respuestas a las dudas que se nos plantean en clase.
Los representantes de la tercera opción gramatical, la gramática como sistema interiorizado, reconocen que las pautas gramaticales reflejan, aunque sea indirectamente, un complejo sistema neurológico definido por las capacidades y limitaciones del cerebro humano.
Pues bien, las tres formas anteriores de ver la gramática tienen implicaciones para la enseñanza de L2, pero ninguna coincide exactamente con las necesidades de un estudiante nuestro. Estos necesitan normas que les guíen en lo que es correcto o no. Necesitan descripciones de cómo funciona la lengua y por supuesto, resulta útil que el profesor conozca cómo se comporta la mente cuando se aprende otra lengua.
La gramática pedagógica está ahí para intentar cubrir esas necesidades, pero no pertenece a ninguna de las tres categorías, es un híbrido orientado a la práctica y diseñado sobre las investigaciones en campos diversos.
¿Qué características tienen las reglas de la gramática pedagógica?
La mayoría de los fenómenos lingüísticos son complejos y no pueden ser descritos de una vez y para siempre. Es absurdo pretender explicar con una sola regla el uso de los verbos SER y ESTAR en español. Las reglas de las gramáticas pedagógicas deben ser prácticas, y sobre todo claras, simples, expresadas en lenguaje natural no especializado, adecuado al estadio de aprendizaje en que se encuentran los estudiantes y pertinente en función de la lengua materna de los destinatarios. Esta última condición es importante: no puede ocupar el mismo espacio una gramática para brasileños o hablantes de lenguas románicas que una gramática para hablantes de lenguas orientales.
Por último, creemos que las reglas deben utilizar como base para sus explicaciones los conceptos de la morfosintaxis. Si, como afirma Hubbard, las relaciones sintácticas son universalmente significativas, ¿por qué no usar esos conceptos como base de nuestras explicaciones?
*NOTA: Esta entrada forma parte de una ponencia del XV Congreso de ASELE (2004). Si te interesa el tema, puedes leer el artículo completo en el siguiente enlace: Condiciones de las gramáticas pedagógicas para la enseñanza de ELE. Francisca Castro Viúdez