El subjuntivo no expresa hechos
Es una obviedad decir que los últimos treinta años han sido trascendentales para la formación de profesores de ELE, que las publicaciones de didáctica de nuestra materia empezaron en España un poco antes de la creación del instituto Cervantes en 1992, que la enseñanza del español, con unos veinte millones de alumnos en todo el mundo es una industria, etc… Pero algunos autores, españoles, expertos reconocidos en la enseñanza de ELE, cuando publican sus artículos destinados a la formación de nuestro profesorado deberían plantearse que antes de ese año -1992- y antes del siglo XX, muchos extranjeros habían aprendido la lengua de Cervantes, a pesar de la ausencia de métodos comunicativos, es decir, con métodos “tradicionales”, tan denostados actualmente por todas partes. Esos métodos tradicionales en educación que aparecen en los medios como causantes de todos los fracasos escolares, frente a cualquier método con la etiqueta de “innovador” que permitirá, por ejemplo, a los emigrantes en Cataluña aprender tres lenguas extranjeras (castellano, catalán e inglés) sin necesidad de memorizar ni una pequeña lista de palabras. Así lo afirma una autoridad de la Generalitat de Catalunya, experta en Pedagogía.
Dentro de nuestro campo, la gramática tradicional es el objetivo de las críticas, como si la RAE, o las complejas descripciones gramaticales elaboradas por Lázaro Carreter, Blecua o Ignacio Bosque fueran las culpables de que los estudiantes de español no comprendan bien el uso del subjuntivo o las diferencias entre por y para. Al menos esa es la impresión que he sacado después de leer a autores como Francisco Matte-Bon, Plácido Ruiz Campillo o Mario Gómez del Estal.[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row]
En concreto, cada uno de estos autores ha elaborado una teoría sobre el uso del indicativo – subjuntivo centrada en una oposición. Francisco Matte Bon, por ejemplo, en su presentación del modo subjuntivo afirma:
- La característica esencial que distingue al subjuntivo de todos los demás tiempos del español es que no presenta informaciones nuevas.
- El enunciador pone los verbos en subjuntivo cuando solo se quiere referir a la relación entre un sujeto y un predicado, sin dar informaciones sobre el sujeto del verbo.
- Al contrario, con los verbos en indicativo o en condicional tenemos informaciones nuevas sobre el sujeto de cada verbo.
(GRAMÁTICA COMUNICATIVA DEL ESPAÑOL, tomo 1, de la lengua a la idea, página 49)
Mario Gómez del Estal desarrolló este principio (indicativo = presenta información nueva / subjuntivo = no presenta información nueva) y lo aplicó a la práctica en tareas didácticas para el aula. Se pueden ver en las páginas del Instituto Cervantes.
José Plácido Ruiz Campillo también es partidario de las reglas simples, alejadas de largas listas. Así lo ejemplifica:
(Muchos libros de gramática, una sola gramática en Qué gramática enseñar-qué gramática aprender, Editorial Edinumen)
Estas ideas sobre la gramática se han extendido ampliamente, y un ejemplo de su aceptación se puede ver en publicaciones como esta, de la Revista de Didáctica MarcoELE Nº 1 (ver enlace)
Desgraciadamente, esas reglas simples no valen. Si con una sola regla los estudiantes pudieran entender la diferencia de uso entre ser y estar, y entre indicativo o subjuntivo y con un dibujo esquemático la diferencia entre por y para, la mayoría de los profesores de español sobrábamos, nos quedaríamos sin nuestro medio de vida.
NO CREE QUE + INDICATIVO
Voy a tratar del uso del indicativo en oraciones sustantivas dependientes de verbos de conocimiento, percepción, o declaración en forma negativa. La pregunta que quiero responder es: ¿Por qué y cuándo el hablante elige usar el verbo en modo INDICATIVO en las ocasiones en que la regla general predice SUBJUNTIVO?
Ej.: Ella no cree que Pepe ha vuelto
Para explicarlo me voy a servir de la terminología que me resulta más conocida, la de la gramática tradicional, que afirma que “El indicativo es el modo de la realidad”. Personalmente, prefiero decir que con el modo indicativo hablamos de hechos, de factos, de hechos constatados. El término “real” o “realidad” pueden confundirse con “veracidad”, y por eso no nos conviene usarlo. Lo que sí debemos tener muy claro es la distinción entre el hablante y el sujeto de la oración.
En el aprendizaje del español, la regla:
Es muy importante, útil y necesaria para el estudiante en un estadio medio del aprendizaje, pues además de permitirle expresar algunas funciones, se va a encontrar con numerosos ejemplos escritos y hablados de estas estructuras y se va a preguntar la causa de la alternancia modal.
En este artículo voy a ir a otro estadio más avanzado en el que la regla deja de ser válida. No porque no sea cierta, pues casi siempre es aceptable que después de “No creo que…” usemos el modo subjuntivo, sino porque la realidad es que los hablantes nativos usamos el modo indicativo en más ocasiones de las que creemos los profesores de español, pero no tanto como piensan otros. Quiero adelantar que, por motivos de didáctica, en los ejemplos no voy a reflejar la posibilidad o necesidad del uso del subjuntivo. Como criterio general, considero que las frases señaladas con asterisco son incorrectas y por tanto, deben expresarse en subjuntivo. En las que no llevan asterisco es posible casi siempre usar, también, el modo subjuntivo, pero yo considero que la mayoría de hablantes de España eligen el indicativo.
Veamos estos ejemplos de oraciones que empiezan por un verbo de percepción en forma negativa, que, según la regla general deben “provocar” el modo subjuntivo en la subordinada:
- *Yo no veo que tú trabajas mucho
- Juan no ve que tú trabajas mucho.
- *Yo no veo que el fallo está en el freno.
- El mecánico no ve que el fallo está en el freno.
Las frases a y c son ilógicas e incorrectas. Es una contradicción afirmar el hecho (real, según mi percepción como sujeto) de que trabajas mucho, y al mismo tiempo, afirmar que no lo veo. Por tanto, lo correcto es trabajes, siguiendo la regla general.
En cambio, en las frases b y c es completamente lógico y aceptable el indicativo. Porque para mí es un hecho real que tú trabajas mucho y que el fallo está en el freno, sin embargo, para Juan, el sujeto de la oración, no es verdad ni real. No existe contradicción alguna en afirmar que él (otra persona) no ve lo que yo percibo. No obstante, también es posible, siguiendo la regla, usar trabajes y esté. ¿Qué dirías tú, como hablante nativo del español?
Vamos a ver qué ocurre cuando hablamos del pasado, cuando ya tenemos conocimiento de los hechos.
- Yo no vi que el fallo estaba en el freno.
Es decir, la misma frase que en presente era inaceptable usar con indicativo por contradictoria, al día siguiente es totalmente aceptable porque el hablante ya ha constatado el hecho real: que el fallo está en el freno.
Otra secuencia:
- *No recuerdo que ya he pagado el recibo de la luz
- *No recuerdo que has pagado el recibo de la luz
- No recuerda que has pagado el recibo de la luz
- Yo no recordaba que ya había pagado el recibo de la luz
- Yo no recordaba que tú ya habías pagado el recibo de la luz
a, y b. Si yo afirmo (con el verbo en indicativo, como si fuera un hecho) que tú o yo hemos pagado el recibo de la luz y al mismo tiempo, que no lo recuerdo estoy entrando en una contradicción. C. Pero sí puedo afirmar el hecho de que tú has pagado el recibo de la luz, y ella no lo recuerda.
d y e. No existe ninguna contradicción en afirmar (en indicativo) que yo había pagado el recibo de la luz porque es un hecho cierto, que conozco, y antes no lo recordaba.
El uso del subjuntivo en las frases c, d y e es aceptable, claro, y seguiríamos la regla. Pero, ¿acaso no aporta un matiz algo diferente a la expresión?
Para terminar por hoy, vamos a ver una secuencia de ejemplos con el verbo creer:
- *No creo que Juan es rico
- María no cree que Juan es
- Yo no creía que Juan era rico
- María no creía que Juan era rico.
- ¿Tú no crees que Juan es rico?
- No creas que Juan es rico
En estos ejemplos solo es obligatorio el uso del subjuntivo en la primera frase. En todas las demás usamos el modo indicativo porque el hablante (no Juan, ni María ni yo) tiene el conocimiento, la certeza, imagino que incluso las pruebas de la riqueza de Juan.
Una observación: en este caso hemos hecho un análisis inverso a lo habitual. No hemos acatado las reglas de “el verbo principal determina el modo del verbo subordinado”, que son las más útiles en el estadio medio de aprendizaje. Nos hemos fijado en el modo de la subordinada, y hemos aplicado criterios de semántica, de lógica: “No podemos decir yo no creo que tú eres guapa porque es una contradicción”.
Para los que quieran más información, les recomiendo los capítulos 49 y 50 de la GRAMÁTICA DESCRIPTIVA DE LA LENGUA ESPAÑOLA, dirigida por Ignacio Bosque y Violeta de Monte, editada por Espasa Calpe en 1999. El capítulo 49 se titula Modo y modalidad. El modo en las subordinadas sustantivas, por Emilio Ridruejo. El capítulo 50, El modo en las subordinadas relativas y adverbiales, por Manuel Pérez Saldanya.
Hola, buenas tardes.
Algunas letras (a,b,c,d..) se parecen un poco movidas en este artículo.
Sea como sea, quisiera saber si eso del último párrafo con creer, también valdría para «pensar»?
Muchas gracias.