Complementos directo e indirecto con verbos de afección psíquica
Todos los profesores de ELE hemos constatado las dificultades que encuentran nuestros alumnos a la hora de entender y tratar de usar los pronombres personales átonos de tercera persona con cierta precisión. La cuestión es que no solo tienen dificultades los extranjeros, sino que también los hispanohablantes presentamos vacilaciones y diferencias en este aspecto de la gramática española. El objetivo de esta entrada es bucear un poco entre esas vacilaciones con el fin de extraer algunas reglas que nos ayuden en la clase.
A continuación presentamos cuatro ejemplos de oraciones, dos con imperativo y dos aseverativas que incluyen los elementos sujeto + verbo + complemento directo, este representado por los pronombres los, la, lo, las.
- Todos esperan tu actuación, Ana, impresiónalos.
- Tu hermana está estudiando, Jorge, no la molestes.
- Sí, Antonio está arruinado, la crisis lo ha perjudicado
- Las niñas estaban aburridas y su padre las divirtió con sus payasadas.
La Gramática de la Real Academia (RAE.Leísmo.1.4.a) se refiere a los verbos de los ejemplos anteriores como “verbos de afección psíquica”, y los define como “los que designan procesos que afectan al ánimo o producen acciones o reacciones emotivas” como desagradar, afectar, asustar, asombrar, divertir, gustar, etc. En nuestro campo, solemos designar estos como “los que se utilizan como gustar”, ya que por razones semánticas, funcionales y de frecuencia, el verbo gustar debe ser presentado en el proceso de la enseñanza- aprendizaje muy temprano.
De este modo, tenemos una serie de verbos que en lugar de presentar la secuencia primaria “sujeto + verbo + objeto”, se utilizan más frecuentemente en el habla como “objeto indirecto (duplicado) + verbo (3ª persona singular / plural) + sujeto”.
Veamos ambos paradigmas:
Es decir, que, dentro del grupo de verbos que tienden a conjugarse como gustar tenemos un uso transitivo y otro intransitivo, este último con unas características especiales:
- Necesita obligatoriamente un pronombre de objeto indirecto antes del verbo.
- Solo se conjuga en la tercera persona del singular o el plural.
- El sujeto va pospuesto al verbo y se reconoce por la concordancia de género y número. Este sujeto puede ser también un infinitivo o una oración subordinada sustantiva que empieza por que.
Ejemplos:
- A) No me convencen tus argumentos.
- B) Nos extraña que no hayan venido a la cena de Navidad.
- C) A mi padre le desagradaban especialmente los charlatanes.
- D) ¿No te interesa asistir a ese debate? Dicen que estará el famoso Rogelio.
- E) A Celia le gustó que la llamaras por su cumpleaños.
- F) ¿A quién le importan los políticos?
Hasta aquí, bien y claro.
La cuestión es que la lista de verbos con este significado no es cerrada. (Más abajo, en la parte práctica veremos unos cuantos) Otra cuestión es que la frecuencia de uso del mismo verbo con una estructura u otra varía considerablemente, lo que dificulta el aprendizaje por parte de los alumnos. Si tomamos, por ejemplo, verbos como fastidiar, gustar, encantar o doler, es obvio que deben enseñarse primero con la estructura objeto indirecto + verbo + sujeto, aunque en algunos casos sea posible el uso sujeto + verbo + objeto, como podemos ver en el cuadro:
No obstante, otros muchos, como molestar, asustar, sorprender, atraer, aterrorizar se usan igualmente como transitivos e intransitivos, lo que muchas veces provocará una confusión en el uso de los pronombres de tercera persona LE /LO /LA /LOS / LAS / LES.
- (1) A)Yo LA convencí de que este coche era mejor. (A Rosa)
- B)A María no LE convence la idea de irse a vivir con Juanjo.
- (2) A)Juan LOS aterrorizó con el disfraz de Drácula. (a sus sobrinos )
- B)A mis sobrinos les aterroriza Drácula.
- (3) A) Isa LAS sorprendió con sus buenas notas. (a sus hermanas )
- B)A las hermanas de Isa LES sorprendieron las buenas notas de esta.
- (4) A)Tu profesora de piano confía en ti, no LA decepciones.
- B)A la profesora de piano LE decepcionó tu actuación.
- (5) A) Las noticias sobre la guerra LOS intranquilizó a todos.
- B) A todos LES intranquilizaron las noticias sobre la guerra.
- (6) A) La película que vimos ayer LA impresionó a Anita.
- B) A Anita LE impresionó la película que vimos ayer.
La diferencia de significado entre ambas construcciones parece tener que ver con la “agentividad” del sujeto. Si el sujeto es animado y se concibe como agente de la acción, el complemento verbal se considera directo y se usa con pronombres de acusativo (LO, LA, LOS, LAS), como se ve en los ejemplos que aparecen en primer lugar (letra a) Cuando el sujeto es inanimado o una oración, no se concibe como agente y se prefiere un pronombre de dativo (LE, LES).
No obstante, en la realidad hispanohablante existen múltiples vacilaciones con este grupo de pronombres según la zona geográfica de origen de los hablantes. Usos que se consideran aceptables en el norte y centro de España, son poco o nada aceptables para los hablantes catalanes o andaluces. Y lo mismo se puede decir del español de América: en general los autores más leídos internacionalmente suelen adoptar la norma española, pero se pueden encontrar variedades específicas en cada país.
¿Qué podemos o debemos hacer como profesores de ELE? Para mí es obvio que debemos tener unas pocas reglas fijas y muy claras, proporcionadas por las gramáticas que manejemos en cada país o cada circunstancia.
Es muy probable que esta norma no coincida con el uso personal de uno mismo como hispanohablante. Tenemos colegas de todos los países hispanohablantes con diferentes normas y usos. Lo más honesto en este caso es explicarles a los estudiantes, a partir de cierto nivel (¿intermedio? ) que la lengua no es monolítica, porque los hablantes no son monolíticos, y eso es así no solo en este aspecto de los pronombres, sino en muchos otros.
No obstante esta gran verdad, en los primeros niveles, es imprescindible que profesor y alumno tengan unas cuantas reglas muy claras y coherentes que les permitan ir construyendo una base sólida para afrontar los casos dudosos en el futuro.
Como colofón, recuerdo a más de una alumna en mis clases en Madrid que decía: “Mi novio dice la gusta … y la dije… y dice que es correcto” y mi respuesta: “Vale, en la calle y con tu novio puedes decir lo que quieras, pero si en el examen dices algo así, suspendes fijo”.
Para Practicar
El objetivo de esta práctica es mostrar ejemplos de uso de los pronombres átonos de tercera persona con verbos de “afección y sentimiento”. Según el interés del lector, puede señalar en cada oración los elementos principales: el sujeto, y luego, distinguir si el pronombre complemento es directo o indirecto, según lo visto en la explicación teórica. Otra opción sería eliminar los pronombres y dejar el hueco para que el estudiante lo complete. *
- Le complacía imaginar lo lejos que llegaría su hijo con semejante comienzo.
- Toda la situación lo incomodaba
- Hasta las palabras”caballo”,”establos”, le disgustaban.
- Lo perdonó por no haber llamado antes.
- Emilia tenía la sensación de que le gustaba, de que la admiraba.(él)
- A Rosa le chocó que él estuviera nervioso.
- Deseaba besarla, pero solo le acarició la mano lentamente.
- Su madre lo ayudó a hacer los deberes.
- El hecho de tener un accidente no la preocupaba tanto como pensar de qué manera le explicaría a Juan qué hacía allí.
- A Emilia la irritaba que cualquiera, salvo ella, ofendiera a Juan.
- Se negó a permitir que notara que sus burlas la herían.
- -Pero Julián es tu mejor amigo- le reprochó
- -¿La están molestando, señora?
- A Cecilio le halagaba ver a su mujer a la vanguardia de la moda
- María las dejó asombradas a todas con su habilidad gimnástica.
- A todos les preocupaban los cambios que anunciaba la dirección.
- La película lo aburrió
- A la abuela la alegraron el día los nietos.
- El niño está llorando, ¿quieres entretenerlo mientras le preparo el biberón?
- A veces le divertía y otras le espantaba ser casi la única persona que podía distinguir a los gemelos.
*La mayoría de las oraciones han sido entresacadas del mismo texto literario, por tanto son “auténticas” en el sentido que le damos en nuestra profesión. Al analizarlas se puede ver alguna incoherencia e incluso incorrección según la norma más “clásica”. Pero es lo que suele ocurrir en la lengua real, incluso en escritores como Miguel de Cervantes o Miguel Delibes.